TERRITORIOS MARXIANOS

Joaquín Iborra Ortega, mayo 2018

Si buscas en Google hay más de 462.000 entradas con diferentes tipos de artículos, blogs y similares que explican que el comunismo fracaso.
Pues bien, vamos a dedicar una serie de artículos dedicados a demostrar todo lo contrario. ¿Cómo? Dedicando a los diferentes países, donde gobiernan partidos comunistas, una serie de pequeños artículos divulgativos de la realidad de esos países y de los partidos comunistas que forman sus gobiernos.



Un proceso democrático y comunista en Nepal

Con la reelección, el 13 de marzo de 2018, de la presidenta nepalí Bidhya Devi Bhandari se cierra en la República Federal Democrática de Nepal  todo un proceso electoral que se inició en diciembre de 2017.
Un proceso electoral que dio la victoria comunista a la alianza del Partido Comunista de Nepal (marxista-leninista unificado) dirigido por su secretario general y actual primer ministro nepalí  Khadga Prasad Sharma Oli y el Partido Comunista de Nepal (Centro Maoísta) liderado por el maoísta Pushpa Kamal Dahal también conocido como Prachanda.
El pueblo nepalí, en las primeras elecciones parlamentarias y provinciales desde la aprobación de la nueva Constitución en 2015, ha puesto sus esperanzas en la alianza de los dos grandes partidos comunistas nepalís que tiene el reto de levantar a Nepal de la crisis en la que está sumergido tras los devastadores terremotos del 2015 y el destructivo monzón de 2017.
Los comunistas han ganado ampliamente y en el Parlamento suman 174 de los 275 diputados electos. La alianza comunista tendrá casi una mayoría de dos tercios.
El gobierno que constituya esa mayoría no solo debe ser capaz de durar los cinco años de legislatura, algo inaudito en Nepal desde que se adoptó la democracia parlamentaria en 1990, sino que tendrá la mayoría necesaria para, si es necesario, reformar la Constitución de 2015 y otras leyes fundamentales.

¿Qué permitió a los comunistas ganar de manera tan concluyente?


El partido gobernante, el Partido del Congreso de Nepal (PCN), fue sacudido por escándalos de corrupción, luchas internas y la falta de un proyecto claro de país. Además, el Partido del Congreso de Nepal se presentó a las elecciones con una coalición que incluía a los partidos madhesis (representantes de las minorías nacionales)  y monárquicos. Era una alianza sin atractivo para los nepalís. Además, se asocia al PCN con políticas más afines a la India, que desde la aprobación de la constitución  y en plena crisis humanitaria tras los terremotos de 2015 mantuvo cerrada su frontera con Nepal impidiendo la entrada de ayuda internacional a Nepal. 

Los comunistas, por el contrario, hicieron campaña con un lema muy simple: prosperidad a través de estabilidad.
Tras las elecciones se produjo el relevo del hasta ese momento primer ministro, Sher Bahadur Deuba, por el líder comunista Sharma Oli.
Un poco de historia de Nepal y del comunismo nepalí
Aunque el comunismo se implantó en China e India en la década de 1920, no enraizó en Nepal, situado entre ambos países.
La dura represión de la monarquía impidió cualquier movimiento progresista en el país. No fue hasta la década de 1940 cuando el comunismo tuvo algún eco en el interior de Nepal. Una decidida huelga de los trabajadores de las fábricas de yute y tela de Biratnagar en 1947 atrajo a activistas comunistas como Man Mohan Adhikari. Adhikari se exilió en la India y junto con otros estudiantes de Nepal fueron influenciados por el Partido Comunista de la India. Uno de ellos, Pushpa Lal Shrestha, tradujo el Manifiesto Comunista al nepalí en 1949. Ese mismo año, en Calcuta (India), Pushpa Lal Shrestha, Adhikari y otros activistas fundaron el Partido Comunista de Nepal.

En la primera década de su existencia, el Partido Comunista pidió el fin de la monarquía y el establecimiento de una república a través de una asamblea constituyente. Las escisiones fueron inevitables. La lucha armada fue debatida en el Cuarto Congreso en 1965.
En esos momentos en Nepal existía un sistema de consejos no partidistas, conocido como panchayat bajo el cual el rey ejercía el poder exclusivo. Este sistema se mantuvo hasta el año 1990. Ese año la monarquía nepalí, ante la agitación social, tuvo que aceptar una nueva constitución que proclamaba la monarquía democrática.
Al Frente de esa nueva izquierda, que se formó en 1990 para luchar por un sistema democrático, estaba el Partido Comunista de Nepal (Unificado Marxista Leninista), uno de los principales pilares de la alianza comunista actual.
El 1 de junio de 2001, se produce el magnicidio de casi toda la familia real por parte de uno de los herederos y a la postre rey de Nepal, Gyanendra.
En ese momento se intensifica la resistencia armada por parte de la guerrilla maoísta. En  2005 los rebeldes maoístas y los principales partidos de oposición acuerdan un programa destinado a restablecer la democracia.
La cuestión de la lucha armada había dividido al movimiento comunista hasta el fin de la misma en 2006. En ese año, con el abandono de la lucha armada por el movimiento maoísta, se inicia un nuevo proceso democrático.
El coste de la guerra civil para el país había sido enorme. La mayor parte de la izquierda nepalí, sin embargo, no había tomado las armas. En cambio había desarrollado luchas populares contra la monarquía, las autoridades feudales y las relaciones de propiedad capitalistas.
El 18 de mayo de 2006, el Día Loktantrik (Día de la Democracia), el Parlamento votó por unanimidad despojar al Rey de muchos de sus poderes y anuló la constitución de 1990.
El 23 de diciembre de 2007, se llegó a un acuerdo para la abolición de la monarquía y convertir al país en una república federal
29 de mayo de 2008, una nueva constitución temporal fue votada por el Parlamento nepalés, que declaró depuesta  la monarquía y proclamó una nueva república parlamentaria al mando del en ese momento secretario general del partido maoísta, Baburam Bhattarai.
Diferentes crisis económicas, con una inflación galopante, y el bloqueo económico de la India, hicieron temer que el sueño de un Himalaya comunista no iba a ser posible.
En mayo de 2012, se disolvió el parlamento y se inició todo un proceso democrático  para elegir a los miembros de una nueva asamblea constituyente.
La nueva constitución fue aprobada en 2015. Esta constitución establece la existencia de tres órganos legislativos en el nuevo Nepal: un Parlamento Federal (Cámara Baja), una Asamblea Nacional (Cámara Alta) y una serie de Asambleas Provinciales.
Esta nueva constitución y el nuevo orden que surge no fue bien visto por la India que bloqueó su frontera con Nepal en plena crisis humanitaria tras los terremotos de 2015, lo que ha producido un gran sentimiento anti indio en la población que ha afectado al Partido del Congreso Nepalí al que se considera más cercano a Nueva Delhi.
Con todo esto, las elecciones parlamentarias y provinciales en el año 2017 y todo el proceso democrático posterior, dieron, como anteriormente hemos dicho, el triunfo a la coalición del Partido Comunista de Nepal (marxista-leninista unificado) dirigido por su secretario general y actual primer ministro, Khadga Prasad Sharma Oli, y el Partido Comunista de Nepal (Centro Maoísta).dirigido por Prachanda.
El PCN (CM) no solo ha aceptado la democracia parlamentaria, si no que está luchando para la consolidación de la misma acercándose a la socialdemocracia ideológica.
Estas  dos corrientes del comunismo nepalí que decidieron acudir juntas a las urnas y prometieron que iban a formar un nuevo partido unido después de las elecciones.
Ahora, una vez terminados todos los procesos electorales, se encuentran en esa fase de unificación. La creación de un nuevo partido comunista unificado ofrecerá más estabilidad que la alianza electoral y es una demostración de que los comunistas pueden elaborar un programa de gobierno conjunto.
Prachanda asumirá el puesto de líder del partido una vez unificado, mientras que Oli ya es el primer ministro nepalí. Las grandes corrientes del comunismo nepalí, surgidas cuando la formación del partido en 1949, volverán a reunificarse.
Si pueden mantener esa unidad, serán capaces de ofrecer un gobierno estable durante cinco años. Esta promesa de unidad dio resultado en las urnas.

El programa de gobierno


¿Cuál será el programa del nuevo gobierno? Sharma Oli, primer ministro del gobierno comunista, ha dicho que quiere priorizar la estabilidad del gobierno. Pero la estabilidad no es suficiente. Nepal sufre una gran pobreza y debilidad en infraestructuras.
Nepal es uno de los países más pobres del mundo y mientras que la mayor parte de la riqueza y la industria se concentran en el valle de Katmandú, el resto del país está subdesarrollado y adolece de infraestructuras que le permitan despegar económicamente. Una cuarta parte de la población vive con menos de 1,6 euros al día.
Para Katmandú, el hecho de estar rodeado geográficamente por dos grandes potencias, la India y China, ha influido mucho en su política económica tanto interior como exterior. Hasta hace poco solo era posible obtener una conexión a Internet con un operador indio, y no hay ni una línea de ferrocarril entre este país y China, con quien comparte una frontera de más de 1.200 km. Hasta ahora Nepal ha dependido mucho de la India, pero el nuevo gobierno tratará de mantener el equilibrio, entre China y la India y diversificar su comercio.
Oli ha asegurado que dará la bienvenida a la inversión extranjera para construir la infraestructura básica de Nepal, incluyendo un ferrocarril chino desde el Tíbet.
Desde el gobierno se asegura que no se trata de tender lazos comerciales solo hacia China, como algunos sugieren. Es más que probable que esta sea una posición cuidadosamente pensada por el gobierno comunista nepalí para situarse entre la India y China, los gigantes regionales. El pragmatismo deberá imponerse, no la lealtad a China por motivos ideológicos. Si bien es cierto, como he comentado anteriormente, que desde 2015 se han producido diferentes cierres de la frontera por parte de la India en momentos de extrema gravedad y que esto ha motivado un movimiento anti indio del que se han aprovechado los comunistas nepalís.

Todos los partidos de Nepal, incluyendo los monárquicos, quieren que su país salga de la condición de país menos adelantado en el año 2022. Lo que les diferencia es como alcanzar ese objetivo.
La alianza comunista se compromete a que los ingresos per cápita crecerán hasta el equivalente de 5.000 $ anuales desde los 862 $ de la actualidad. Para elevar el ingreso per cápita se requerirá inversión en educación y salud, así como aumentar el número de empleos para los jóvenes y bajar la tasa de emigración ya que actualmente dos millones de veintiocho millones de nepalíes trabajan fuera del país.

Poner fin a la corrupción es el gran reto del gobierno y  permitirá recuperar al tesoro una gran cantidad de dinero. Pero además, un uso más eficiente del dinero de los impuestos proporcionará los medios para el desarrollo.
Otro elemento a tener en cuenta es el federalismo fiscal. Se espera devolver el 50% de los recursos a los gobiernos provinciales y municipales para que los mismos utilicen mejor el dinero para el desarrollo local.
El cometido es tener un gobierno estable que pueda atraer inversiones y turistas a Nepal y que el dinero pueda ser utilizado para desarrollar políticas medioambientales sostenibles, como la agricultura orgánica y la energía limpia, o la energía hidroeléctrica aprovechando los saltos de agua de los ríos en el Himalaya aligerando así la carga de la importación de energía.

El primer ministro Oli ha pedido a todos los partidos unirse a la alianza comunista para elevar el nivel de vida de la población de Nepal. Es una política astuta. La agenda comunista pasa a convertirse en la agenda nacional y podrá presionar a las clases dominantes y las castas superiores para que no bloqueen la política de desarrollo social.
Eso sería un pequeño paso adelante para Nepal y un buen ejemplo de colaboración y lógica política para el resto de los comunistas.