UNA ANORMAL E IRREGULAR CONVOCATORIA DE ASAMBLEA FEDERAL DE IZQUIERDA UNIDA

 
           
Cuqui Cabo Bravo,
miembro de la Coordinadora de IU  Madrid 

Sobre la propuesta de Normas y Reglamento de la Asamblea Federal de IU por un “NUEVO MODELO ORGANIZATIVO Y ESTATUTOS, a celebrar el 14 de julio.

De algunos compañeros y compañeras de IU, incluso de su dirección federal y varios otros dirigentes, ha surgido la propuesta formal de aplazamiento de este evento hasta después de las elecciones de 2019.
Tras una simple lectura de la propuesta Normas y Reglamento a debatir este próximo sábado 12 mayo en el máximo órgano de dirección de IU, considero que la petición de esos compañeros está plenamente justificada y que debe ser sometida a debate y acuerdo en toda la organización de IU, tal lo propongan en el escrito que remitan.

EL APLAZAMIENTO DE LA CONVOCATORIA DE ASAMBLEA FEDERAL NO ES SOLO DE JUSTICIA DEMOCRÁTICA, ES DE OBLIGACIÓN  NORMATIVA


      Se convoca ahora “estatutariamente”, en función de lo acordado en la AF-IU anterior,  una Asamblea Federal, que resulta no ser sólo para readecuar los Estatutos como se acordó en aquella, sino para realizar, de hecho, otra nueva Asamblea Federal, de carácter congresual en toda regla, al cabo de los 2 años transcurridos.

    Efectivamente, a la par de las modificaciones estatutarias, se somete a debate  un “Documento político-organizativo”, tal se indica en la propuesta, que implica “UN CAMBIO DE MODELO, de estructuras y de importantes ejes político-organizativos establecidos en IU. Ese cambio de modelo no quedó acordado en la última AF-IU, pero es más: en caso de haberlo sido como indicación general, es obligado que la concreción de UN CAMBIO DE MODELO sea acordada por un proceso de carácter congresual, por una autentica Asamblea Federal de IU, convocada según las normas, reglamento y calendario que rigen ese evento en IU.

      Una obviedad: línea política y línea organizativa son indisociables. Un cambio en una implica un cambio en la otra. El modelo organizativo y se establece en función del objetivo político, para hacerlo posible.

       Otra obviedad: no se puede aprobar un nuevo planteamiento político-organizativo en IU, sin un informe de la dirección, de análisis crítico de lo ocurrido en nuestra sociedad en los dos años transcurridos y de cómo IU ha intervenido en ello y qué resultados ha conseguido, qué fuerza e influencia ha adquirido, etc.

     No es de recibo aprobar un cambio general  político-organizativo, sin  un informe que saque las lecciones de la actividad anterior, con una evaluación profunda y veraz de las deficiencias y errores cometidos, porque sólo a partir de esa evaluación se puede establecer la necesidad de cambio que nos permita avanzar con mayor éxito en todos los planos del cometido de IU. Ese análisis crítico, completado y enriquecido por las direcciones de IU en las comunidades, debe ser, por demás, sometido a un debate contrastado, profundo y sereno de todas las asambleas de base.  Eso forma parte de la normalidad en IU, a la que no se atiene la propuesta actual.
           
     La anormalidad en la calendarización del proceso asambleario es pasmosa e inédita, no sólo para  IU sino para cualquier organización que pueda considerarse de izquierda. Del 26 de mayo al 24 de junio, ¡menos de un mes!, es el plazo que se da a nivel general a las asambleas de base para el debate. La extrema precipitación en el calendario de esta Asamblea Federal, es la garantía del menor análisis y debate posible y de la menor participación posible en estos momentos.   De ser aprobadas, lo previsible es que estas normas no contrarresten sino que agravaren el decrecimiento de la participación real general que conoce IU en estos últimos años. 

     Es más: todo ese debate pre-asambleario ha de compaginarse con EL DEBATE y el proceso sobre la “CONFLUENCIA” CON PODEMOS, nada menos, que se ha lanzado en urgencia a todos los niveles de la Organización de IU, que no es sólo un documento a votar o no votar, sino mucho más al implicar de varias formas a la organización a nivel local y regional. En ese marco, la dirección federal de este sábado 12 de mayo va a aprobar ya el  “PROGRAMA MARCO PARA LAS ELECCIONES AUTONÓMICAS Y MUNICIPALES - 6 PROPUESTAS PARA UN NUEVO PAIS” y  “HACIA LAS ELECCIONES DE 2019: PARTICIPACION, PROGRAMA Y PRIMARIAS”.

      Tras lo cual, viene la pregunta, lógica: ¿A QUÉ TANTA PRISA?

Esa nueva AF-IU se podría celebrar muy tranquilamente en otoño o después de las elecciones para hacer el punto y abordar mejor las Generales o reaccionar a tiempo… ¿Qué otra explicación puede haber, que una urgente adecuación política y orgánica de IU a Podemos para la Confluencia?

     
 LA CONFLUENCIA. Cabe señalar que, de todas las modalidades en que se puede conformar una unidad de fuerzas para un objetivo común, un programa de mínimos, por ejemplo, (pacto, convergencia, bloque, alianza, frente, agrupación, unidad,  etc.), LA “CONFLUENCIA” es claramente la única o la que mejor implica el propósito de FUSIONAR a los integrantes en un todo único, sean perceptibles o no las diferentes corrientes del ensamblaje. La confluencia es un mismo rio conformado y engrosado por los afluentes, sabiendo que el afluente de mayor caudal es el que da el apelativo al río y le imprime el rumbo y la desembocadura. Ese mayor no es IU, es Podemos, que además tiene muy amarrada la verticalidad del poder interno y una muy deficiente y cuestionable democracia interna.

     La Confluencia no es una simple conjunción electoral para unos comicios donde cada cual defiende su objetivo político además del programa común. Ata de cara a las elecciones, en el grupo institucional y durante toda la legislatura. La propuesta de  esta nueva y precipitada AF-IU muestra que también es una atadura orgánica.  El concepto de confluencia implica la fusión de IU en PODEMOS, una organización transversal con la que IU ha mantenido divergencias políticas-organizativas en temas importantes, algunos cruciales.

         En la encuesta de principios de año del CIS, IU asciende un poco mientras Podemos registra una fuerte caída. Está muy necesitado del aporte de votos de IU. Esto otorga a IU una posición de fuerza, y no tener que pasar por ninguna indignidad, ni por esta traumática y chapucera operación de cambio político y organizativo.

      Sin embargo, parece que el objetivo que prevalece en IU es, ante todo,  conformar con Podemos ese famoso “nuevo Movimiento Político y Social”, que nadie define cómo sería, para la superación de IU.  Lo que equivaldría a colocar el instrumento por delante del objetivo político, una inversión siempre abocada a la eventualidad y lo aleatorio, al fracaso, entre otras cosas. Pero ni siquiera: Podemos dice que no quiere un nuevo MPyS. Entonces, ¿qué?, ¿la fusión? ¿adecuar política y orgánicamente a IU para confluir en el río Podemos?

IU no es Podemos. Este no se inscribe en el marco del cambio hacia la transformación social.  ¡A ver pues si en todo este trance la única fuerza de relieve que va a perder su soberanía y quedar desdibujada y anulada va a ser IU !


INADMISIBLES CONSTRICCIONES DE LA DEMOCRACIA.

  Lo que resulta del todo inaceptable e inaudito en la propuesta normativa, concierne a la democracia, la interna y la general.

      Lo más chocante es que “no se admitirán enmiendas que contradigan lo aprobado en la XI AF-IU”.  Así venía en la propuesta, una irreflexiva transcripción de una pretensión arbitraria. Tras el inmediato revuelo y rechazo suscitado por tan cruda  expresión, la formulación llega ahora más sibilina: “las enmiendas y aportaciones deberán dar continuidad al mandato colectivo… de la XI AF de IU”. Pero, ¿qué se entiende  por  “continuidad”? Todo es siempre  continuidad de lo anterior, por coherencia,  aunque cambie y se transforme completamente. Se precisa por tanto que enmiendas  deben “permitir avanzar” en lo decidido hace dos años por aquella asamblea.

      La decisión de si se admite o no una enmienda recae en la “Ponencia” de los  redactores de los documentos, seguramente miembros de la dirección federal (desconozco cuantos y quienes son).  la que también se personará en todas las reuniones de debate de la organización. 
        
Por otro lado, una enmienda minoritaria sólo pasara a nivel federal si sale por mayoría en alguna de las federaciones. Así,  una posición minoritaria que salga  con un 40%, por ejemplo, en varias o en todas las federaciones no se contemplará a nivel federal si no alcanza el 50% en una de ellas. Otra novedad, otro atentado  a la democracia y a la pluralidad, como si IU fuera un partido monolítico. Otra prevención más, en un amarre que demuestra mucha inseguridad y postura defensiva en la dirección federal ante el conjunto de la organización.

LAS NORMAS DE ESTA NUEVA ASAMBLEA FEDERAL QUITAN EL DERECHO DE EXPRESIÓN A LAS POSICIONES QUE QUEDARON EN MINORÍA EN LA ASAMBLEA FEDERAL DE HACE DOS AÑOS, Y A LAS QUE HAYAN SURGIDO DESPUÉS EN FUNCIÓN DE LA REALIDAD VIVIDA EN ESE TIEMPO. Por eso, si tales extremos antidemocráticos resultan  aprobados, los que decidan seguir incidiendo con posiciones críticas contrarias y alternativas, tendrán que autocensurarse y hacer toda clase de filigranas al filo de la legalidad establecida para poder hacer llegar algo de su opinión al ámbito federal de decisión.

Otro recorte a la concepción de la democracia hay en el “voto online” por el que uno que no asiste a reunión ni al contraste de ideas puede votar y sus compañeros de asamblea ni se enteran ni tienen el control del voto y de su sentido, voto que va a parar a un instrumento “la UAR” que solo controla la dirección federal donde, si uno desconfía, se podrían producir alteraciones.  Otro tanto sucede con “el sufragio universal” por el que se aprueba todo, en realidad un referéndum, que, como sabemos, no es práctica democrática cuando el debate del tema no es el debido, ni en tiempo, ni en planteamiento.