Joaquin Iborra
Junio 2020
El conocido con el rimbombante nombre de Acuerdo
del Siglo, es un “sencillo” plan en el que el
presidente Trump busca comprar los territorios palestinos del Valle del Jordán y los asentamientos en la Ribera Occidental
del rio Jordan -un 30% del
territorio cisjordano- por 50.000 millones de dólares
que irían a parar a la Autoridad Palestina en Cisjordania y Gaza, y a los
estados vecinos de Jordania y Egipto.
Un “acuerdo” que supone una patada más del estado de Israel al derecho internacional y a las
resoluciones, incluida la resolución 2334, del Consejo de Seguridad de la O.N.U.
Este plan, en vez de buscar una salida
pacífica al problema palestino/israelí, profundiza en el conflicto entre Israel
y Palestina, e implantara, más si cabe, un régimen de Apartheid tipo siglo XXI, donde se confina a los palestinos en
porciones de territorio controladas por Israel.
El presidente Trump y el
primer ministro israelí Netanyahu, buscan imponer este plan a los palestinos, pero
que solo deja una salida a los líderes palestinos; rechazarlo y declarar
unilateralmente su Estado con capital en Jerusalén Este y dentro de las
fronteras anteriores a 1967, como así se ha pronunciado Mohamed Shtayyeh, primer ministro de la Autoridad Nacional.Palestina.
Aunque la diplomacia de EEUU se ha volcado con este plan,
con incluso una visita relámpago del Secretario del Departamento de Estado, Mike Pompeo, a Israel donde se
entrevistó con Netanyahu y su socio en el recién elegido gobierno israelita el
centrista Benny Gantz. En
los últimos días, desde el departamento de Estado de EEUU, se ha pedido al
gobierno de Netanyahu que el 1 de julio no se produzca la anexión de esa parte
Cisjordania.
EEUU tiene otros problemas internos más acuciantes para
tener que lidiar con una nueva entifada en los territorios ocupados
de su socio en Oriente Próximo.
Pero parece que Netanyahu
no está por la labor de hacer caso a su socio y padrino, necesita la aprobación
de este plan como una cortina de humo para tapar su juicio, que se inició el
día 24 de mayo, por
soborno, fraude y abuso de confianza.
Antes de la anexión y en
pleno confinamiento, en Israel y en Palestina, por la pandemia producida por el
COVID19, tal y como ha denunciado la
O.N.G Oxfam, en un estudio
basado en cifras de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de
la O.N.U (O.C.H.A), se han producido nuevos ataques de colonos judíos a
palestinos.
Además se están produciendo nuevas demoliciones de viviendas
palestinas en Cisjordania y el desplazamiento de sus habitantes para asentar a
más colonos judíos antes del 1 de julio, la fecha en la que el Parlamento – Kneset –
aprobará la anexión del 30% de la Cisjordania palestina.
Si bien es cierto, que Europa,
de boca del ministro de Exteriores de
Alemania, Heiko Maas, país que presidirá la UE a partir de julio, ha advertido a
Israel que se posicionará en contra de la anexión de parte de Cisjordania
porque “es incompatible con la
ley internacional”, la diplomacia Israelí dice contar con el apoyo de 8 de
los estados miembros de la UE, incluida
España.
No son muchas las voces de oposición a este acuerdo
dentro de Israel, aunque la semana pasada miles de personas se manifestaron,
con el apoyo de en el líder del partido izquierdista Meretz, Nitzan Horowitz,
en Tel Aviv contra el plan de anexión, este tiene el apoyo de la mayoría del
recién elegido Kneset.
En España, el parlamento de Navarra, de mayoría de izquierda y
nacionalista, se ha posicionado en contra del acuerdo de anexión, así mismo
diferentes colectivos españoles de apoyo a Palestina han convocado una concentración el 1 de julio frente al
Ministerio de Asuntos Exteriores.
El Acuerdo del Siglo, no
traerá la paz, ni una solución viable en forma de dos Estados tal y como
quedaba expresado en los acuerdos de paz de Oslo de 1993, es simplemente, una parte más del plan general de Israel de
la anexión total de Palestina.