BOLIVIA - LA FUERZA DE LA REGENERACION SOCIAL DE LA HUMANIDAD

Vientos de Clase, agosto 2018

Un día tal que hoy de este siglo XXI, un Presidente indígena boliviano de Las Américas vino a turbar una de esas reuniones de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, donde se suelen ultimar los temibles remedios paliativos a la incurable enfermedad de gula de su entramado capitalista.


Con la fuerza tranquila de una cultura humana milenaria, les espetó:

 Aquí pues yo, Evo Morales, he venido a encontrar a los que celebran el encuentro. Aquí pues yo, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que la encontraron hace sólo quinientos años. Aquí pues, nos encontramos todos. Sabemos lo que somos, y es bastante. Nunca tendremos otra cosa.

El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me descubrieron.
El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé a venderme.
El hermano leguleyo europeo me explica que toda deuda se paga con intereses aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros, sin pedirles consentimiento.

Yo los voy descubriendo. También yo puedo reclamar pagos y también puedo reclamar intereses. Consta en el Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo y firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y 1660 llegaron a San Lucas de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata provenientes de América.

¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque sería pensar que los hermanos cristianos faltaron a su Séptimo Mandamiento.

¿Expoliación? ¡Guárdeme Tanatzin de figurarme que los europeos, como Caín, matan y niegan la sangre de su hermano!

¿Genocidio? Eso sería dar crédito a los calumniadores, como Bartolomé de las Casas, que califican al encuentro como de destrucción de las Indias, o a ultrosos, como Arturo Uslar Pietri, que afirma que el arranque del capitalismo y la actual civilización europea se deben a la ¡inundación de metales preciosos!

¡No! Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de muchos otros préstamos amigables de América, destinados al desarrollo de Europa. Lo contrario sería presumir la existencia de crímenes de guerra, lo que daría derecho no sólo a exigir la devolución inmediata, sino la indemnización por daños y perjuicios.
Yo, Evo Morales, prefiero pensar en la menos ofensiva de estas hipótesis.

Tan fabulosa exportación de capitales no fueron más que el inicio de un plan 'MarshallTezuma", para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, creadores del álgebra, la poligamia, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización.

Por eso, al celebrar el Quinto Centenario del Empréstito, podremos preguntarnos: ¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o por lo menos productivo de los fondos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional?

Deploramos decir que no.
En lo estratégico, lo dilapidaron en las batallas de Lepanto, en armadas invencibles, en terceros reichs y otras formas de exterminio mutuo, sin otro destino que terminar ocupados por las tropas gringas de la OTAN, como en Panamá, pero sin canal.
En lo financiero, han sido incapaces, después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar el capital y sus intereses, cuanto de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta y provee todo el Tercer Mundo.

Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman según la cual una economía subsidiada jamás puede funcionar, y nos obliga a reclamarles, para su propio bien, el pago del capital y los intereses que tan generosamente hemos demorado todos estos siglos en cobrar.

Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarles a nuestros hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas del 20 y hasta el 30 por ciento de interés, que los hermanos europeos le cobran a los pueblos del Tercer Mundo. Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo del 10 por ciento, acumulado sólo durante los últimos 300 años, con 200 años de gracia.

Sobre esta base, y aplicando la fórmula europea del interés compuesto, informamos a los descubridores que nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 185 mil kilos de oro y 16 millones de plata, ambas cifras elevadas a la potencia de 300. Es decir, un número para cuya expresión total, serían necesarias más de 300 cifras, y que supera ampliamente el peso total del planeta Tierra.

Muy pesadas son esas moles de oro y plata. ¿Cuánto pesarían, calculadas en sangre?

Aducir que Europa, en medio milenio, no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar ese módico interés, sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo.

Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos. Pero sí exigimos la firma de una Carta de Intención que discipline a los pueblos deudores del Viejo Continente y que los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa, que les permita entregárnosla entera, como primer pago de la deuda histórica...

Tras el vivir y el soñar, está lo que más importa: despertar. 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata! Ese fue el préstamo de América a Europa en el siglo XVI... No debemos nada al FMI, nos salen debiendo.”


En realidad, lo que el Presidente de Bolivia expuso en junio del 2013 ante los mandatarios de la UE fue un texto publicado en 1992 en la revista Renacer Indianista por un conocido escritor venezolano Luis Britto García. En la “Exposición del Cacique Guaicaipuro Cuatemoc”, Britto contextualizó  el expolio occidental de Las Américas en antiguas palabras puestas en boca de un gran jefe de la tribu teca que luchó con éxito contra los jefes militares de la conquista española de Venezuela a mediados del siglo XVI.  De su cuenta, Evo Morales añadió tan sólo algún pequeño desarrollo al final, en torno a la deuda externa, el gran yugo sobre los países en vías de desarrollo, tan célebre y fuertemente combatido por el Presidente Fidel Castro.


El MAS (Movimiento Al Socialismo) y el Presidente Evo Morales gobernaban Bolivia desde enero del 2006. Y desde entonces lo han ido haciendo con toda la claridad de sus intenciones. “No estamos aquí para gestionar el capitalismo” declaró en su día Evo Morales. Su sorprendente ofrenda al Papa Francisco durante la visita de éste al país andino fue una hoz y un martillo.

El gobierno de Evo Morales expulsó a Coca Cola del país, no por no cumplir la sentencia de un tribunal supremo, como podría haber hecho España desde su legalidad, sino lisa y llanamente para preservar la salud de los bolivianos de la toxicidad de sus componentes químicos.

Con su reforma agraria el gobierno boliviano ha titulado hasta el momento 16,8 millones de hectáreas a favor de los indígenas del oriente y occidente del país. La ley boliviana establece que las tierras pueden ser expropiadas para el Estado sin pagar indemnización alguna si se confirma que hay sobreexplotación laboral, servidumbre, pagos a los empleados por debajo de los salarios mínimos o trabajo infantil. Además, exige que los empresarios agrícolas y ganaderos bolivianos mantengan sus tierras en producción permanente, cumpliendo una "Función Económica y Social", ya que de otra forma el Estado las puede revertir para repartirlas a campesinos e indígenas.

El gobierno bolivianio no vaciló en expropiar los extensos terrenos de la familia estadounidense Larsen y de otras, al constatar que los hacendados sometían a los trabajadores guaraníes a un régimen de servidumbre y al verificar asimismo que tenían tierras sin producir.

2006-2018,  BOLIVIA celebra ahora 12 años de nacionalización de recursos
 y de avance en bienestar


Cien días al frente del país tenía Evo Morales cuando decidió, mediante decreto supremo, nacionalizar los hidrocarburos del país.


El gobierno del Movimiento Al Socialismo gestiona hoy el 40% del PIB, tras las nacionalizaciones en el sector energético de los hidrocarburos y la electricidad, de las infraestructuras y de las telecomunicaciones.

Principales hitos en la nacionalización de algunos sectores económicos clave: 

Mayo 2006.- Nacionalización de los hidrocarburos, especialmente el gas, principal fuente de divisas del país, y comienzo de negociación de nuevos contratos de explotación con empresas extranjeras.
Octubre 2006.- La mina de estaño de Huanuni es re-estatalizada.
Enero 2007.-
Nacionalización de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTEL), pero las conversaciones se estancaron y la matriz italiana Telecom planteó un arbitraje contra Bolivia en el CIADI del Banco Mundial.
Febrero 2007.-
Nacionalización de la fundición suiza Vinto.
Abril 2008.-
Inicio de nacionalización de cuatro filiales de la hispano-argentina Repsol YPF, las británicas Ashmore y British Petroleum y del consorcio peruano-alemán CLBH.
11 abril 2008.-
La compañía estatal YPFB es encargada de dirigir la nacionalización petrolera y se crea la Empresa Boliviana de Industrialización de los Hidrocarburos (EBIH).
1 mayo 2008.-
El Estado boliviano adquiere el 100 % de la Compañía Logística de Hidrocarburos (en manos peruanas y alemanas) y de la telefónica Entel, filial de la italiana Telecom. Recupera la mayoría accionarial (50 % + 1 acción) de las petroleras Chaco, de Panamerican Energy (del grupo British Petroleum); Andina, filial de Repsol YPF; y de Transredes, transportadora de hidrocarburos participada por la británica Ahsmore y anglo-holandesa Shell.
15 octubre 2008.-
Repsol YPF firma un acuerdo con la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) para iniciar la gestión compartida en YPFB-Andina.
23 enero 2009.-
Morales nacionalizó la petrolera Chaco, participada por British Petroleum (BP) y por la argentina Bridas, a las que acusó de sacar del país 277 millones de dólares en 2008.
1 mayo 2009.-
Nacionalización de Air BP, filial de la británica British Petroleum dedicada a la distribución de combustible en aeropuertos bolivianos.
1 mayo 2010.-
Nacionalización de cuatro empresas eléctricas: Corani, participada en un 50 % por Ecoenergy International, subsidiaria de la francesa GDF Suez; Guaracachi, cuyo principal accionista (con el 50 %) era la británica Rurelec PLC; Valle Hermoso, cuyo 50% del capital estaba en manos de The Bolivian Generating Group de la Panamerican de Bolivia; y la cooperativa distribuidora Empresa de Luis y Ferza Eléctrica de Cochabamba.
2 mayo 2010.-
Nacionalización de la pequeña fundidora de antimonio Empresa Metalúrgica Vinto-Antimonio, filial de la suiza Glencore, que había dejado de operar en los últimos años.
1 mayo 2012.-
Evo Morales expropió las acciones de Red Eléctrica Española (REE) en la empresa Transportadora de Electricidad (TDE). 


Otras nacionalizaciones han seguido, como la de Albertis en la gestión de los aeropuertos bolivianos, y últimamente el gobierno ha procedido a la expropiación de las acciones de cuatro filiales Iberdrola.

La envergadura de la acción nacionalizadora del Gobierno de Evo Morales y de negociaciones y acuerdos con las compañías extranjeras que han obtenido permiso para seguir operando en cooperación con el desarrollo del país, da buena cuenta de hasta qué punto el país estaba colonizado por los intereses de las compañías del capitalismo global, y hasta qué punto queda en papel mojado la descolonización y la soberanía de los países del “tercer mundo”, los declarados -con razón o sin ella- “en vías de desarrollo”.

EL SORPRENDENTE “MILAGRO ECONOMICO” QUE ACOMPAÑA LAS NACIONALIZACIONES EN BOLIVIA

Año
PIB per cápita en Dólar US$
1.005 Dolares
960 Dolares
915 Dolares
918 Dolares
980 Dolares
1.049 Dolares
1.241 Dolares
1.400 Dolares
1.749 Dolares
1.790 Dolares
1.995 Dolares
2.395 Dolares
2.665 Dolares
2.970 Dolares
3.147 Dolares
3.099 Dolares
3.125 Dolares
3.353 Dolares
3.621 Dolares

El crecimiento económico del país fue de 4,2 % en 2017 y la meta de crecimiento fijada por el Ejecutivo boliviano para el 2018 es de 4,7 %. Bolivia se ha convertido en el único país de América, junto a Panamá, que ha logrado duplicar su PIB en tan solo 7 años, del 2010 al 2017, pese a la caída del precio mundial del barril de petroleo y de las materias primas, y pese a ser afectada por no pocos desastres naturales. Desde el noviembre de 2011 ha logrado mantener una cotización fija y estable de la moneda boliviana frente al dolar y ha llegado inclusive a devaluar a la moneda norteamericana en un 15 % entre el 2006 y el 2011.
Durante el período de gobiernos neoliberales (1995-2005), el país acumuló apenas 4.500 millones de dólares por concepto de renta petrolera. En 12 años de gestión del MAS, esa cifra se elevó a 34 mil 122 millones de dólares, según fuentes del Ministerio de Hidrocarburos.  En 12 años de nacionalizaciones se duplicó la producción de gas natural,  lo que convirtió a Bolivia de país importador a uno exportador del producto. El Gobierno empieza ahora a adentrarse en el mercado de gas no convencional y en un proyecto de incursión en el los biocombustibles.

“Estamos lejísimos de pedir ayuda al FMI,  porque este es el único modelo económico exitoso de la región”, ha declarado hace poco el vicepresidente de Bolivia,  Álvaro García Linera. Lamenta que las economías de otros países de la región atraviesen por una situación extrema de crisis que les obliga a recurrir al FMI y a sus condiciones  para intentar  estabilizar sus economías. Bolivia ya no recurre a este organismo internacional como se hacía antes, explica, desde que ha adoptado  un modelo económico basado en la recuperación del excedente económico, la redistribución de la riqueza, la nacionalización y la “bolivianización” de la economía, y una creciente diversificación productiva, entre otras medidas. “Este modelo funciona y va a seguir funcionando por una década y media más…”
Manejar sus propios recursos ha permitido al Gobierno boliviano obrar en beneficio del pueblo con programas sociales, con especial incidencia en la educación. Le ha permitido impulsar el consumo tanto en el área rural como urbana del país, y su desarrollo social y económico, algo que se refleja en una notable construcción de infraestructuras, escuelas, hospitales, centros médicos, campos deportivos, entre otros avances significados. Por ejemplo, el suministro gratis de gas domiciliario a las familias ha pasado de 40.000 en 2006,  a 4,2 millones de hogares en la actualidad.
En los últimos 12 años, Bolivia ha batido el récord de reducción de la pobreza y de la desigualdad.  Ha pasado de un 38,2 % de la población  en  pobreza extrema en 2005 a un 16,8 % en 2016, y de un 60,6 % de pobreza moderada a un 38,6 % en el mismo período. Asimismo, la desigualdad entre el 10% más rico y el 10% más pobre, que era de 128 veces, se ha reducido a 37. Son cifras espectaculares, reconocidas y saludadas por la ONU y otros organismos internacionales,  que no tienen parangón  en ningún otro país vecino.
Un notable empeño pone Bolivia en el difícil abandono de la tradicional cultura patriarcal de Latinoamérica. Más del 50% de sus 166 escaños legisladores son ocupados por mujeres, “más inteligentes que los hombres”, al decir del Presidente Evo Morales.
Para este año 2018, el Gobierno y la Central Obrera Boliviana (COB), la mayor entidad sindical del país, han acordado un aumento del 5,5 % al salario base o de contratación, y del 3 % al sueldo mínimo, entre otras medidas.
El sorprendente avance económico-social en Bolivia no es, ciertamente, un camino de rosas. No pocos obstáculos se le han interpuesto, y mucha adversidad ha de vencer.  
Ahora  mismo, la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), la mayor patronal del país, se ha declarado en emergencia al considerar "decisiones arbitrarias e irracionales" estas medidas de aumento salarial, de doble paga en Navidad y una ley para que empresas quebradas pasen a ser administradas por los trabajadores.
De otra parte, Bolivia ha tenido que enfrentar el separatismo existente y fomentado en la zona más rica, la de mayores recursos y desarrollo del territorio. Los referendo que dieron mayoría a la autonomía de esa región no fueron aceptados por el gobierno boliviano. “¿Cómo permitir dividir Bolivia? Es algo sagrado. Eso sería violar la Constitución, es dividir el territorio en dos naciones, eso no se puede”, declaró nuestro extraordinario Evo Morales, que tampoco vio positivo el independentismo catalán en España.

Muchos impedimentos y presiones ha sorteado y vencido el gobierno boliviano del MAS y su Presidente, fuertes del apoyo mayoritario de las masas trabajadoras e intelectuales de Bolivia.

Se aproximan las elecciones en Bolivia y ojalá pueda Evo Morales seguir dirigiendo el transparente  y exitoso rumbo del país. Ese, no obstante, seguirá viéndose muy dificultado si en los desarrollados países europeos, de mucha determinación  e influencia de todo tipo, no se emprenden cambios del mismo signo que en Bolivia.          

En cualquier caso, la experiencia boliviana de más de una década hace saltar por los aires todas la patrañas que se nos lanzan por aquí, donde tanto se nos tapa o se nos tergiversa sobre ese país y muchos otros. Por los suelos se estrella todo el discurso sobre la irreversibilidad de lo privatizado, sobre el caos, el desplome de la “economía” y  del “bienestar” y la desestabilización general que supondrían las nacionalizaciones de los sectores clave y de derecho humano, esas que colocan las riendas económicas y sociales del país a favor de la inmensa mayoría de su población.  

Bolivia ha declarado como Derechos Humanos los servicios públicos como el agua o la energía…  Y, justamente, algo que destacan los analistas económicos internacionales, es la estabilidad de la economía boliviana.